Nuestro Cerdo Ibérico
El suroeste de la península ibérica, con uno de los paisajes mediterráneos más extraordinarios, es donde crece y se alimenta nuestro cerdo ibérico proveniente de una especie porcina única en el mundo, viven en plena libertad alimentándose del pasto y de las bellotas del hábitat natural que ofrece la dehesa.
Por los campos de las dehesas, nuestros animales pasean y viven en libertad, rodeados de encinas y alcornoques, base principal de la alimentación en la última fase de su crecimiento, la montanera.Para su mejor aprovechamiento, la piara es acompañada por su cuidador, el porquero, que los conduce a las mejores encinas; mediante una vara procede al vareado de las mismas para así favorecer la caída de la bellota.
El cerdo ibérico es una raza especial, criada y adaptada al ambiente mediterráneo de las dehesas, soportan inviernos húmedos y veranos secos. Se caracterizan por su pezuña negra y pata fina, entre sus músculos se inserta grasa insaturada que es lo que da esa presencia y sabor de las betas blancas entre su carne rosa.
Una vez finalizado el periodo de montanera y alcanzado el peso óptimo, nuestros animales son cuidadosamente trasladados a nuestra fábrica de Guijuelo donde se procede a su sacrificio y despiece para su posterior preparación y elaboración.
La curación y elaboración es artesanal, ésta se ha transmitido de generación en generación: salado, lavado y asentamiento, secado y maduración en bodegas con temperaturas estables donde adquirirán nuestro inconfundible sabor, satisfacción del trabajo bien hecho y satisfacción del paladar más exigente.