¿Cómo se conserva la Dehesa?
La Dehesa es y debería seguir siendo un Patrimonio Natural y destacado ecosistema imprescindible no sólo como único reducto para el Cerdo Ibérico y todo lo que ello conlleva sino también para multitud de aspectos foráneos que detallaremos a continuación.
En pocas palabras, la conservación de la Dehesa es importantísima por lo completo del ciclo de aprovechamiento de recursos naturales casi total y sus consecuentes beneficios empezando por ser el único hábitat natural donde sobrevive nuestro querido cerdo ibérico.
Conociendo la Dehesa.
Hace más de 10 millones de años que las dehesas existen como ecosistemas propios de la Península Ibérica, en concreto cubre casi la totalidad del suroeste peninsular incluyendo Portugal (allí llaman a la Dehesa, montano) .
Sus sustratos son de poca materia orgánica por eso no proliferan mucho la agricultura de secano, por ejemplo. El clima mediterráneo es normalmente de lluvias escasas aunque pueden llegar a ser torrenciales y existen también grandes cambios térmicos.
Principalmente la flora imperante es el matorral, la encina y el alcornoque (siendo los tres vitales para la explotación del cerdo ibérico, las ovejas, las vacas, las cabras además de la fauna salvaje autóctona).
Ganaderos, agricultores y pastores. Los primeros ecologistas.
Consideramos que es de justicia universal denominar a estas tres profesiones como amantes de la Naturaleza y los primeros y más interesados por la salud de nuestras dehesas. Por ejemplo, al podar optimizan el número de frutos, bellotas en este caso, además de otorgar mayor sombra para los rebaños de ovejas que pastoreando contribuyen a labores de prevención de incendios. Como vemos el aprovechamiento es increíble.
No debemos olvidar que gracias a la ganadería extensiva (porcina y vacuna principalmente) podemos decir que siguen existiendo las dehesas y todo lo que ella nos aporta.
¿Qué nos da la Dehesa?
Empezando por todos los productos derivados del cerdo ibérico (teniendo en cuenta la importancia del Jamón Ibérico considerado producto estrella de la gastronomía nacional y cada vez más internacional).
La miel de las abejas, los hongos y setas..casi directamente pero indirectamente: queso y leche, productos derivados de la vaca, cada vez más conocida. El importante negocio del corcho procedente de nuestros alcornoques, la leña de encina, el carbón de picón…
Principales amenazas naturales para las Dehesas
Lo cierto es que son varias y potentes las principales amenazas a las que nuestras dehesas se enfrentan. En primer lugar podríamos hablar de La Seca, una enfermedad que afecta a la encina pudriendo las pequeñas raíces de ésta, la cual puede llegar a morir por quedarse efectivamente seca. Algunos ganaderos y agricultores la combaten con fertilizantes cálcicos (parece ser que el calcio ralentiza la función de este patógeno).
En los años 60 la peste porcina hizo mucho daño a las explotaciones ganaderas y existen dos animales que no encajan bien cerca de encinas y alcornoques, estos son El cerambyx cerdo, un escarabajo denominado el asesino de encinas y la lagarta peluda que es muy perjudicial para los alcornoques.
¿Qué deberíamos hacer para conservar nuestras dehesas y su patrimonio?
Deberíamos tener en cuenta los siguientes aspectos:
– La necesidad inminente de repoblar nuestras dehesas con garantías de futuro (pues nuestras encinas y alcornoques envejecen lógicamente).
-Conseguir mayor apoyo institucional (en los Mercados muchas veces se desprotege la calidad de producto y el tiempo empleado).
-Una logística y gestión integral de las fincas para compatibilizar la correcta conservación de un ecosistema único con la rentabilidad de la explotación.