Pluma Ibérica, quizás el corte más sabroso
Es la parte posterior del lomo y tiene forma triangular, no se debe confundir con la punta de lomo. También se le ha denominado “filete del carnicero”, ¿sabéis por qué? pues porque al ser una carne tan exquisita el carnicero no la vendía y se la quedaba para su propio consumo.
Sus fibras musculares se aproximan a las propias de la porción alta del jamón. Es una pieza cuyo peso ronda los 100-150 gramos. Se obtienen dos únicas piezas que se extraen por animal sacrificado.
Es jugosa, tierna, de suave sabor….ideal para la brasa y la plancha. Es sabrosa al paladar y aunque poco demandada hasta ahora, su posición junto al lomo del cerdo le hace poseer una excelente textura y calidad.
La gran desconocida hasta ahora pero que ya se encuentra fácilmente en mercados y restaurantes. Para muchos es el bocado preferido del cerdo ibérico, por su finura, por su elegancia debido al equilibrio que encontramos entre grasa y magro. La pluma es muy delgada, es la más fina entre todos los cortes.
También es usada en la industria como ingrediente para elaborar el lomo embuchado (con la pluma unida al resto del lomo).
Consejos para cocinarla
A la plancha, a la brasa o a la barbacoa. Bastará un vuelta y vuelta en una parrilla o en su defecto una sartén de hierro fundido para disfrutar al máximo su sabor.
Algunos consejos como atemperar la carne y echar la sal antes de cocinar pueden suponer una diferencia en el resultado final.